Para poder ir tranquilo por esta vida es fundamental ser honrado, no hacer trampas, no mentir y cumplir con lo que se dice. Si no, las personas que estén a nuestro alrededor no podrán confiar en nosotros. Y si engañamos en lo pequeño..., ¿cómo puede alguien esperar que no defraudemos en lo mucho?
En esto se hace hincapié especialmente en el colegio en el que nos encontramos: Retamar. Hay que ir de frente, cumplir lo que se dice, afrontar las propias responsabilidades y hacer lo que se promete. Siempre.
En mi caso, animado por el espíritu de convivencia que imperó durante la semana pasada, de alegría y de buen querer entre unos y otros... me dejé liar (de muy buen grado, eso sí). Tras una sugerencia de un alumno de 1º D (Santiago), me comprometí a afeitarme la barba si perdía una partida de mus.
Por fin, tras un par de intentos, conseguimos jugar. El resultado: 3-1, perdimos. Así que tocaba afeitarse: yo la barba y mi compañero las patillas.
Hubiera sido muy feo no hacer lo dicho, aunque sea algo así, aunque se hubieran podido poner una y mil excusas... Hay que cumplir lo dicho. Así que dicho y hecho.
Ahora bien, en esta vida hay que cumplir lo que se dice, pero eso no quita para que no lo hagamos de la mejor forma posible. Hay que saber cuándo se debe ser serios y cuándo uno puede pasárselo bien. Así que, aquí os presentamos nuestro propio juego, el de 1º D, de las 7 (o más) diferencias.
Espero que lo disfrutéis.
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