Es muy probable que muchos de vosotros hayáis oído hablar del accidente de Palomares estos días, ya que el pasado domingo se cumplió el 50 aniversario. En dicho incidente, varias bombas nucleares estadounidenses cayeron sobre Palomares, tanto en tierra, dos de ellas, (aunque no estallaron), como en el agua, una que resultó estar intacta, de donde se pudo rescatar después de 80 días de intensas búsquedas.
¿Y a qué viene todo esto? Os preguntaréis. ¿Querrá enseñarnos la foto de Manuel Fraga (Ministro de Información y Turismo en esos años) bañándose en dichas aguas pocos días después para tranquilizar a la población? No, aunque curiosa es.
Pero más curioso es que, aunque por aquel entonces la radiactividad era conocida por ser nociva para el ser humano (al menos a esos niveles), unas décadas antes no era así. De hecho, se llegaron a comercializar productos con un montón de beneficios curativos, estéticos o, incluso, recreativo (sí, se usaban para jugar), que contenían ciertas dosis de radiación. Ayer, por ejemplo, en un bar cercano a la iglesia del Pilar en Valdemoro me encontré con una hoja de un periódico de 1909. En concreto, El imparcial, que en su página 6 de la edición del miércoles, 8 de octubre de 1909, tiene el siguiente anuncio.
¡Maravilloso! Este vino uraniado no sólo hace disminuir, a razón de un gramo por día, el azúcar diabético, sino que, además, revigoriza, quita la sed e impide al gangrena, ántrax, etc.
Me recuerda al elixir que vendía el Profesor Emelius Browne en La Bruja Novata, casi, casi hasta te volvía guapo...
De la misma forma que este vino uraniado, también llegaron a existir cremas faciales que hacían que tu piel estuviera "radiante" (¡ahí es nada!) y juguetes radiactivos para niños que brillaban en la oscuridad.
En estos tiempos que corren, ya no abundan los medicamentos que puedan dañar tu salud con tanta facilidad. Ahora se dan más aquellos que te arruinan el bolsillo, pero no te hace más efecto que tomarte un par de caramelos..., Sí, estoy hablando de las pulseras magnéticas milagrosas y la homeopatía (muy diferente de la medicina natural, que tiene cosas efectivas y otras que no lo son tanto).
Pero eso es un tema para otro día.
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