Cuándo el camino está oculto y no tenemos ninguna herramienta que parezca razonable a simple vista... ¿qué hacemos? La respuesta a esto es tan simple como complejo su desarrollo: Lo que tenemos que hacer es ponernos creativos.
No todo el mundo es creativo, pero todo el mundo puede serlo en mayor o menor medida. Como todo en esta vida, hay que entrenarse ¡y es un entrenamiento muy bueno! Porque, aunque nos pasemos una vida preparándonos para todas las eventualidades conocidas que nos pudieran ocurrir... ¿cómo podemos prepararnos para lo inesperado?
Bueno, quizás no podamos conocer esa respuesta, pero sí que podemos entrenarnos para pensar de forma flexible, para usar lo que muchos llaman "pensamiento lateral", y que no es otra cosa sino salirse por la tangente... sabiendo volver al punto de inicio. No es fácil (nadie ha dicho que lo sea) pero es divertido.
El principal requisito para ello es no tener miedo a aventurarse en terrenos desconocidos, la imaginación es algo increíble, y cuando la unimos con una muy buena capacidad de estimación, el resultado puede ser incluso poner al todopoderoso Google en un brete, como le ocurre a Randall Munroe en el siguiente vídeo.
