Uno de los aspectos más llamativos de la entrada sobre Enrico Fermi y la prueba de la bomba atómica, son las ondas de choque.
Él, al sentirlas, fue cuando dejó caer los papeles hechos trozos. Gracias a eso
consiguió averiguar la energía de la bomba con un cálculo mental. La definición
que da el American Heritage Science Dictionary es: "una onda de gran
amplitud formada por la compresión súbita del medio a través del cual se mueve
la onda".
La onda de choque es una onda de presión. Cuando
golpea a un material quebradizo, y sobrepasa su fuerza de cohesión por la
presión, destruye ese material. Las ondas de choque se forman por la vibración
de las partículas del aire. Al depender de la temperatura del aire, la
velocidad de las ondas de choque será mayor cuanto más alta sea la temperatura.
Cuanta más velocidad tenga una onda de choque, menos energía irá perdiendo a lo
largo de su recorrido.
La bomba atómica que se probó en el desierto
de Nevada explotó, y las ondas de choque todavía no habían salido cuando el
aire se expandió. La causa de que la bomba atómica llegue a tantos sitios desde
donde se ha explotado, es la temperatura del aire, que es muy alta.
Las ondas de choque se
emplean de diversas formas en la actualidad. La primera es en el ámbito médico,
como es para intentar romper la piedra o cálculo renal. Se van lanzando las
ondas poco a poco para ir acostumbrando al paciente, de otra forma sería más
doloroso, y una vez rota la piedra renal, hay que dejar que vaya eliminándose
del cuerpo. Para que sean transmitidas al cuerpo, se utiliza un medio como el
agua. Se comenzó a practicar este método en 1971. Es una buena forma de
relacionar la Física con la Medicina. A la derecha aparece la imagen de una piedra renal, antes y después
de aplicarle las ondas de choque. Abajo una prueba de una bomba atómica en el Desierto de
Nevada en 1953.
Ignacio Ruiz del Portal Pauner
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